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¿AGUAS TURBULENTAS BAJO EL PUENTE? BREVE MIRADA AL INTERIOR DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA MAGALLANICA

Los partidos de la Concertación han estado en movimientos internos diversos para elegir sus nuevas directivas, una vez concluida la exitosa campaña presidencial que les permitió "repetirse el plato" por cuarta vez en el Gobierno. El recambio de dirigentes ya lo hizo el PPD y el PS, pero la gran pregunta que cada partido gobiernista debe responder sigue siendo ¿cómo se administra el éxito?

Una vez cumplidos los primeros 100 días de gobierno, durante los cuales los partidos concertacionistas -a decir verdad- se dedicaron a enviar curriculums a Santiago y a especular sobre los nombramientos venideros, uno de los partidos ejes de la Concertación, la Democracia Cristiana, entra en una etapa de definiciones internas, con vistas a su "Congreso ideológico", un evento que no han tenido desde hace 15 años.  ¿Cuánto ha cambiado la sociedad chilena desde 1991, o desde 1990 en adelante, como para dar cuenta de transformaciones sociales, culturales y económicas en nuestra sociedad, a lo largo de los tres gobiernos anteriores de la coalición gobernante? 

Sin embargo, resulta evidente que -desde una mirada sociológica- en la democracia cristiana como partido siguen predominando las tendencias centrípetas (es decir, la mantención de la unidad y las lealtades esenciales) por sobre las tendencias centrífugas.  Es altamente probable que los agoreros que siempre anuncian el fin de la democracia cristiana, confundiendo sus deseos con la realidad, se vean decepcionados nuevamente en esta ocasión: el ejercicio del poder, la proximidad del acceso al poder y la preservación del poder, siguen siendo los más poderosos factores de cohesión de este partido, aún dentro de las cada vez más diluidas diferencias que puede marcar frente a los demás partidos del escenario político nacional y regional.

¿Cómo se administra el éxito?  La pregunta es tanto más pertinente cuanto resulta evidente que en este cuarto gobierno de la Concertación -breve con sus cuatro años, que en realidad serán tres- los diversos sectores y tendencias internas de los partidos gobiernistas y las sensibilidades que cada partido representa, saldrán más a la luz que de habitual, como apareció con la así llamada "agenda valórica" que proponían algunos socialistas y evitaban algunos demócratacristianos.   Dicho sea de paso, en este punto sería interesante subrayar que en la agenda pública actualmente en debate todos los temas son valóricos y no solo los asuntos relacionados con muerte asistida, aborto o divorcio, como se pretende restrictivamente.

Mientras a nivel nacional, se constituye la comisión organizadora del "Congreso del Cambio", en Magallanes las sordas polémicas internas obligaron a la venida de un dirigente nacional del PDC, Eduardo Abedrapo, para que intente poner en el centro del debate partidario, las cuestiones de fondo que oponen a alvearistas frente a colorines.  Los dos líderes políticos más notorios e influyentes de ambas tendencias en la dc regional, Juan Morano en la tendencia alvearista, y Carolina Goic en la tendencia colorina, aparecen como las cabezas visibles de dos icebergs que se oponen o presentan divergencias de estilo y de perspectiva del quehacer político que pueden producir efectos sobre el resto del escenario político regional.

¿Cuáles pueden ser los efectos políticos que la única Diputada concertacionista y el principal Alcalde concertacionista de la región de Magallanes actúen "cada uno por su lado" en la pequeña, estrecha y localista escena política regional y comunal?   De un "choque de trenes" como ese, nada puede esperarse de positivo, pero sí los ciudadanos tenemos derecho a esperar que esa polémica sorda que pudieran tener ambos, se desarrolle exclusivamente al interior de las paredes de la Democracia Cristiana, para que las chispas del roce no salten sobre la estructura administrativa y política del gobierno regional ni afecten a la amplia red de funcionarios, profesionales y jefes de servicios militantes dc., que se desempeñan dentro del aparato de gobierno.  

¿Estas diferencias de estilo y de visión política entre paretidarios de Morano y partidarios de Carolina Goic podría repercutir sobre las relaciones entre jefes de servicios y funcionarios públicos de alguna de estos dos grupos?  ¿Estas diferencias significarían que el Alcalde Juan Morano no va a trabajar con jefes de servicio de la tendencia de Carolina Goic, o que la Diputada no va a trabajar con jefes de servicio de la tendencia de Juan Morano?  Sería una gran y lamentable miopía que ello ocurriera.  Demasiados rumores circulan hoy en la ciudad respecto del fuego cruzado que se ha disparado por los nombramientos de jefes de servicios y otros cargos de importancia, como para negar que estas diferencias no pueden producir efectos nocivos para la cohesión de la alianza gobiernista.

Cabe preguntarse: ¿cuál es la posición de la Intendenta Eugenia Mancilla en esta sorda  y silenciosa polémica entre líderes demócratas cristianos locales?

¿Cuál es mientras tanto, el debate de fondo que se viene dentro de la DC?  Mientras los alvearistas argumentan que la DC debe abrirse a la ciudadanía, escuchándola en sus demandas y aspiraciones, los colorines de Zaldívar argumentan que son necesarias correcciones al modelo de economía social de mercado, porque presenta graves distorsiones, al mismo tiempo que es necesario repensar globalmente a la colectividad falangista.

¿Se reducen las diferencias internas de la democracia cristiana local a distintos estilos de hacer política de sus dos líderes más visibles?  Ciertamente no. Aunque no hay que perder de vista que la aparición de Carolina Goic como la figura emergente dentro de la democracia cristiana magallánica, con fuertes vínculos nacionales, vendría a cuestionar la posibilidad de que Juan Morano intente la Diputación el 2008, no se puede desmerecer que Morano opera como un tanque en política: realizaciones concretas, liderazgo personal y firme, habilidad mediática y fuertes redes de apoyo e influencia en la base social, características que Goic está procurando reforzar para sí misma desde su posición de Diputada, producto de su propia campaña electoral.

No deja de ser un indicador de la fuerza magnética que ejercen los liderazgos personales dentro del universo democrátacristiano regional, el que las dos campañas parlamentarias del 2005: de Zarko Luksic a Senador y de Carolina Goic a Diputada, se hicieron casi dándose la espalda uno a otro, con una fuerte presencia de adherentes no militantes y prácticamente al margen de las estructuras partidarias formales.

También debería ser un indicador notable, las sordas polémicas y los complejos y cruzados juegos de influencia que algunos líderes dc movieron intensamente en el período de los nombramientos de cargos de confianza del Gobierno regional, despues del 11 de marzo.  Veamoslo como un juego de ajedrez.  En este juego, cada rey y cada reina movió, subió, bajó y posicionó "sus" alfiles y sus torres y sus peones, en función de varios objetivos inmediatos y mediatos: el congreso ideológico de la dc, el posicionamiento para las elecciones municipales próximas y el pre-posicionamiento para las elecciones de diputados del 2009.   La vieja función weberiana de los liderazgos: desde el poder, repartir premios y castigos... impartir bendiciones y condenas...dicho en lenguaje eclesial...

Al igual que el resto de los partidos políticos en Magallanes, la dece tiene mucho camino que recorrer todavía a la hora de intentar fortalecer una estructura orgánica  casi inexistente, que parece operar más bien como una red de influencias y apoyos que gira en torno a ciertos "caciques" y "líderes de alta visibilidad", fortaleza que es precisamente la razón de su debilidad en Puerto Natales y en los sectores rurales, y que también quedó de manifiesto con las recientes manifestaciones estudiantiles secundarias donde se notó la ausencia de líderes juveniles dc.

El llamado que ha hecho Abedrapo a la dc local es que los liderazgos locales, no obstante su legitimidad, deben ser depuestos en función de un par de objetivos mayores estrechamente interdependientes: la mantención y permanencia de la Concertación en el poder y la eficacia realizadora de la función gubernativa y administrativa.

De la estabilidad interna y la continuidad de la dc depende -al igual que en el caso del Partido Socialista- depende la continuidad de la Concertación, y esa es una responsabilidad política mayor, estratégica.   Sobre todo si se considera que la oposición de derecha que tiene la Concertación en Magallanes es débil, limitada y meramente reactiva: la UDI  (mientras RN continúa siendo inexistente en la realidad política de Magallanes) se limita a oponerse y negar adhesión a los asuntos propuestos por el Gobierno, careciendo de un proyecto político coherente de región, de comuna o de país.   ¡Así es fácil gobernar...!

 

1 comentario

Raquel Romero Díaz -

como mujer me dan asco estos juegos políticos sucios donde cada cacique saca y pone sus peones, aprovechando el poder que tienen transitoriamente.